
Una constante de vida es la probable partida,
Nunca es única, pero siempre la más vana,
La del horizonte que guarda la despedida
Al doblar de las infinitas campanas.
Hoy, la misericordia del tiempo y del espacio
Son la inmutable prueba de los sueños que nos acompañan,
De las risas que no se ríen, de los llantos que no se lloran,
De los gritos que no se entienden y de las miradas al vacío
Noble espera, sino es que desidiosa ha sido,
Con aspiración a pobre esperanza,
Que aspira ha cariño no correspondido;
Sino es que solo ha aparentado confianza.
Más bien despedida no sombría,
Que se disfraza de compasión,
Que aspira a simple devoción,
Pero que se esconde en aparente nostalgia.
Así, ya no espero
Por que es condescendencia;
Que me ha reflejado en aspiración
Al horizonte al que te vi partir.
Y si, ahí estas aun en la salida;
¡Que mejor que no entienda¡
¡Que mejor que sea decidía¡
Que mejor que sea lejanía compartida
*Lic. en ciencias políticas y administración publicaCorreo: zweck_xx@yahoo.com.mx