miércoles, 2 de septiembre de 2009

HIEROFANÍA

Por: Antonio Rocha Buendía*


I
Un sendero elíptico, un juego de sombras y grietas

bifurcado por la humedad de una serpiente inquieta.

Una metáfora del vacio, del caos.

Una caverna ingénita.

Noche imperiosa custodiada por lunas que mienten ser eternas, imperturbables, ciegas.

Una costura metafísica de lo roido por el tiempo.

Siempre un llegar a ser.


II

Tu boca es el sentido, la génesis del mundo

Es hermoso ver nacer las cosas

en el acto mismo en el que las nombras.

Todo deviene en el fluir de tu aliento

en el murmullo sacro que se afirma entre tus labios y el viento.

Y cuando callas, y recoges tu aliento,

y no nacen las cosas de tu boca, y no das sentido al universo,

entonces yo callo también y contemplo tu silencio.

Un silencio que se rompe,

que ha nacido para romperse.

¡Y esa es su fatalidad!

ser transgresión y límite

de una escindida realidad.
*Estudiante de filosofia y letras de la UNAM correo: panta-rei_rocha@hotmail.com